Gustavo Yescas / Transcripción

Transcripción del episodio: "Gustavo Yescas: de viaje por los múltiples colores del clarinete"

TEMPORADA 2 / EPISODIO 4

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Gustavo César Yescas descubrió su amor por el clarinete gracias a su abuelo, que fue músico de la Sinfónica de la Marina y viajó por todo el mundo. Hoy pertenece a la Filarmónica del Desierto en Saltillo y nos cuenta acerca de este instrumento, que aparece en la banda sinaloense o en el jazz, pero también en las obras de compositores como Wolfgang Amadeus Mozart.

Prometeo Murillo:

La Orquesta Filarmónica del Desierto, la orquesta de Saltillo, que tiene su sede en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, presenta este año la Temporada de Conciertos 2023, que ha denominado “Aire”. Y para este, segundo concierto de temporada presenta la obra “Romeo y Julieta” del maestro Sergei Prokofiev, y se acompaña además de un interesante “Concierto para clarinete y orquesta en La Mayor K 622”, de Wolfgang Amadeus Mozart. Este concierto estará bajo la dirección del maestro Giulio Arnofi y presenta además el solista de este concierto, que es el maestro Gustavo César Yescas, quien es principalmente músico de la sección de clarinetes, el músico principal y quien nos acompaña en esta ocasión para esta entrevista. Bienvenido maestro, ¿cómo estás? 

Gustavo Yescas:

Hola, hola a todos los que nos escuchan. Muy bien, muchas gracias, encantado de estar aquí con ustedes. Emocionado por presentarme una vez más con mi querida Filarmónica del Desierto. Y pues aquí, esperando ansiosamente que llegue el día para poder presentarnos.

Prometeo:

Empezaré platicando sobre el maestro Yescas, que viene de una tradición de familia de músicos. Maestro, te formaste en en en en en el seno de una familia que son gustosos de la música, instrumentistas, practicantes de la música ¿cómo fue crecer en una familia de músicos? Cuéntanos.

Gustavo:

Es todo una historia, porque mis dos abuelos son músicos. Bueno, ya fallecieron pero los dos eran músicos. Uno era clarinetista, el otro era trombonista. Mi papá era trombonista también y mis bisabuelos también eran músicos. O sea, soy la cuarta generación en la familia practicando este bonito oficio que para mí ya es una larga profesión.  Entonces yo crecí con todas las historias de mi abuelo. Mi abuelo era clarinetista de la Banda Sinfónica de Marina en los tiempos que le llamaban la “época dorada”, donde viajaban muchísimo ganaron muchos lugares, muchos primeros lugares en Europa, en Asia. Mi abuelito conoció todo el mundo gracias a la música. Entonces cuando lo veíamos que regresaba de sus viajes y nos contaba me emocionaba muchísimo y eso fue lo que me motivó mayormente a querer ser músico.

Prometeo:

¿Eran parte de la tripulación de este barco mítico el “Cuauhtémoc II”, que es el que viaja por todo el mundo representando la cultura y los valores de México? ¿Estamos hablando de ese barco?

Gustavo:

Sí, sí, exactamente. Se aventaba a veces hasta tres meses en el barco viajando para ir de México a Italia, de México a Rusia. Estuvo en realmente en todo el mundo, porque pudo estar en China, en África. Tuvo tuvo la oportunidad y la suerte de estar en esta época de la Marina, y y pues representando muy bien al país 

Prometeo:

¿Y cómo era la experiencia de ver volver al abuelo a la casa y contar las historias de sus viajes? No sé, encontrarte con los souvenires, que poco a poco se van se van acumulando, de una vida de marinero, de una vida de músico. Ser músico es viajar y ser marinero es viajar. ¿Cómo era esta doble repercusión en el nieto que tú eras para ese abuelo?

Gustavo:

Yo era muy pequeño cuando estaba con lo de los viajes. Era muy pequeño todavía. Sí, recuerdo algunos muy precisos, recuerdo uno que me platicaba de Portugal donde me dijo: “Cuando vayas tú y pruebes el vino, verás qué deliciosa bebida tienen allá”. Pero ya cuando crecí era sobre todo ver las fotos, las monedas, billetes que él tenía. Una vitrina con toda esta cantidad de souvenirs, que traía. Trajo saxofones que me los heredó. Ahora mi familia trajo pianos, trajo muchísimas cosas del otro lado del mundo y eso me esperaba. O sea, yo quería ser así. Yo quería descubrir el mundo igual que mi abuelo. Eso fue una muy grande inspiración.

Prometeo:

Bueno, ¿y cómo fue tu primer contacto con el clarinete?, que es finalmente el instrumento por el que te declinas y con el que has formado una una carrera profesional que te tiene ahora acá en Saltillo

Gustavo:

Pues como familia de músicos pasé por la prueba de casi todos los instrumentos. Empecé con trombón, porque en la casa mi papá tenía su trombón, entonces iniciaba con ese instrumento, pero mis brazos eran muy cortos, entonces no podía alcanzar la última posición. Después mi papá compró una trompeta a un tío y también le di a la trompeta, pero no, no era de mi total agrado. Mi hermano sí se quedó con ella y hasta la fecha sigue con la trompeta. Yo dije no, yo quiero el de mi abuelito. El que toca mi abuelito a mí me gusta. El sonido me llamaba la atención, la calidad que se puede obtener con lo que se hace. Porque yo escuchaba a mi abuelito tocar, eso fue lo que también me hizo decidirme por ese instrumento. Yo lo escuchaba cuando practicaba, porque él, a pesar de tener ya 60, 70 años, seguía practicando en la casa.

Prometeo:

El maestro Yescas y su hermano Irving Yescas son dos de los músicos que fundaron la Orquesta Filarmónica del Desierto. Tú tuviste la oportunidad de audicionar para esta primera generación de músicos fundadores que vinieron a Saltillo a establecer la orquesta. No fuiste la primera generación, fuiste de la segunda. Sustituiste a un a un primer clarinetista, pero llegaste ¿en qué año? ¿En 2015, no? ¿Cómo ha sido trabajar desde 2015 a la fecha con la Filarmónica del Desierto, como ha sido tu desarrollo como músico de orquesta y paralelamente tus labores de maestro y de solista?

Gustavo:

He crecido junto con la orquesta. Sí, efectivamente llegué en mayo del 2015. La orquesta inició en enero. Realmente unos meses después. Llegué tarde porque tenía que terminar la licenciatura en la UNAM, yo aún estaba estudiando la licenciatura. Tenía medio año que había regresado de estudiar en el Principado de Mónaco. Realicé un diplomado de un año en Mónaco. Entonces tenía que terminar mis compromisos escolares y fue por eso que llegué hasta mayo. Realmente yo gané la audición como por marzo, por ahí, pero pedí permiso para poder terminar mis estudios. Entonces he crecido con la orquesta, en ocho años esta es la cuarta vez que me puedo presentar como solista. Entonces, nunca me he querido quedar estancado. Recientemente me gradué como maestro en en Pedagogía de las Artes por la Universidad Autónoma de Nuevo León y a la par también soy maestro en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey. Entonces me ha gustado darle un poco de lo que yo he aprendido a lo largo de mi carrera a mi país, regresarle un poco en esta forma de la educación, y pues aquí en en Coahuila con todos los coahuilenses, mostrarles un poquito de mi arte, de lo que yo hace sé hacer y de lo que me gusta y amo hacer.

Prometeo:

Gracias, maestro, entonces prácticamente eres uno de los fundadores de la Filarmónica. Y ahora, sobre el “Concierto para clarinete y orquesta de Mozart en en La mayor”, ¿qué es lo que nos puedes contar de este concierto? La gente tenemos la percepción de que Mozart representa un sonido de una pureza extraordinaria, que llama a un público que ya conoce la obra de Mozart, por lo amplio, por lo por lo vasto que es el trabajo de Mozart, y cómo es rescatado por los músicos mexicanos. ¿Tú cómo te sientes con esta obra, qué ha representado para ti? 

Gustavo:

Claro, Mozart es uno de los rockstars legendarios de la música académica. Y como tú bien, lo dices, para mí representa la belleza de lo simple. Es como voltear a ver una flor y por sí sola es bella. Este concierto para mí, por los estudios que he realizado y la historia de este concierto, tiene que ver con eso. Entonces lo que yo trato de contar al público es esto. Mozart era muy allegado a una logia, a la Logia de los Francmasones. Cuando escribió el concierto ya estaba en el último año de su vida y él ya era maestro de esta logia. Entró como aprendiz, luego fue escalando. Entonces en la logia se pensaba que las tonalidades estaban unidas a algo. Es decir, La Mayor era la tonalidad de un maestro, de alguien que estaba cerca de descubrir la verdad. Esta logia hablaba mucho de la naturaleza del ser humano, de realmente aprender a amar a nuestro prójimo. Entonces, Mozart cuando escribió este concierto estaba en ese momento de su vida, que ya había trascendido a otro nivel espiritual, intelectual. Y es lo que nos dejó. Es lo que nosotros podemos descubrir ahí. Es un concierto para la gente que ya conoce a Mozart, pero a los que todavía son jóvenes y no no se han acercado a él es un momento donde pueden encontrar esta pureza en algo tan simple y que a la vez es muy complicado también.

Prometeo:

Y a pesar de todo, tendría 33, 34 años en el momento que lo escribe. Los rockstar definitivamente mueren jóvenes. Maestro, Mozart también era una persona con una declinación muy clara para atender a sus amigos instrumentistas, dedicándoles conciertos, las obras para escucharlas en sus propios instrumentos. ¿Hay alguna historia dentro del “Concierto para clarinete” con el primero de sus intérpretes? 

Gustavo:

Sí, sí, claro. Mozart  la primera vez que escuchó el clarinete fue en Mannheim con la orquesta, y hay una carta en donde le dice a su papá: “Si tan solo tuviera unos clarinetes no sabes lo que podría hacer”. Entonces, él se interesó mucho por el sonido, él mismo decía que era el instrumento que más se acercaba a la voz humana. Después ya tuvo la oportunidad de trabajar con un clarinetista que se llamaba Anton Stadler, y a él fue al que le dedicó este concierto. Le dedicó un quinteto también, y un trío. Entonces sí había un acercamiento con una persona muy querida para él. Era un gran amigo, el maestro Stadler, y pues de hecho gracias a él es como sabemos del concierto. En realidad la copia que tenemos es la copia que tenía Stadler, porque Mozart escribió el concierto en 1791 en octubre y falleció unos meses después. Y pues se perdieron archivos, entre que se traspapela todo. Pero Stadler conservó  la partitura que le había dado Mozart para tocar porque realmente sí la tocó. Entonces sí, sí hay un acercamiento de amistad. Y justo es algo que siento aquí en la orquesta: tocar con mis amigos, con mis compañeros. Ya son ocho años de compartir una sala todos los días . Es algo que uno se siente protegido, no es llegar a cualquier lugar, es algo muy bonito, es una experiencia muy bonita.

Prometeo:

El poeta sudamericano Oliverio Girondo decía esa frase de que el clarinete era un instrumento que musicalmente era más rico que el diccionario ¿Cómo te empata esa frase cuando tienes el clarinete en tus manos y te enfrentas a esta posibilidad expresiva que tiene el clarinete?

Gustavo:

Híjole, sí es increíble. Yo llevo más de la mitad de mi vida tocando el clarinete. Inicié a los nueve años, ahora tengo 31. Eso significa 22 años tocando el clarinete. Y a lo largo de mi vida, he tomado muchas clases. He viajado mucho, realmente he cumplido mis sueños. Con estos aprendizajes ya he aprendido a diferenciar, a poder hacer más cosas. Nosotros llamamos de hacer colores, diferentes colores con el instrumento. Es un instrumento donde puedes tocar muy dulce, muy agresivo, muy enérgico. Hay una indicación que dice con foco, o con fuego, puedes tocar con fuego. O sea, puedes hacer la caricia más suave o el golpe más fuerte con el mismo instrumento. Tiene una posibilidad de articulación inmensa, sobre todo de dinámica. Creo que es de los instrumentos que tienen un rango de dinámica más amplio. Puedes hacer un piano muy muy quedito así imperceptible, y un forte realmente inmenso. Entonces, eso me encanta de mi instrumento.

Prometeo:

No por nada lo podemos ver muy frecuentemente en las bandas mexicanas que tocan música popular, música norteña, música de banda, como le llaman. El clarinete se sigue imponiendo como un instrumento que puede alcanzar esta popularidad, pero también puede alcanzar los máximos de la música académica y ser protagonista al frente de una orquesta, con una pieza como la que Mozart escribió para este concierto. En un momento determinado ¿tú cómo consideras que es el papel del clarinete dentro del arco iris musical que ofrece la orquesta?

Gustavo:

Dentro de la orquesta es un instrumento que, como tú lo has dicho, es muy versátil. Lo puedes encontrar en las bandas sinaloenses, en la tambora y clarinete de la región citrícola de Nuevo León, en las danzoneras de Veracruz, en las bandas militares. Y eso hablando de México, no hablando en el mundo. Existe en el klezmer, en la cumbia colombiana, es muy famoso en el jazz. En la orquesta es un comodín porque tú puedes utilizar el clarinete de la forma que quieras. Entonces, de hecho de ahí viene el nombre “clarinete”, de “clarín”, la antigua trompeta que viene del francés. Entonces hay un registro que se asemeja mucho a la trompeta, por eso viene de “clarín”.

Prometeo:

¿Qué podrías platicarle a la gente que nos está escuchando este podcast, en este medio tan generoso y tan atractivo para los niños y los jóvenes, acerca de la de la manera de acercarse a la música académica? En especial a Mozart, que es realmente una delicia para los oídos de cualquiera. Que aún a más de 250 años de su de su obra musical la seguimos apreciando con gran entusiasmo. Porque esperamos un gran concierto para la noche del viernes, en que te presentarás bajo la dirección del maestro Giulio Arnofi.

Gustavo:

Pues mi recomendación es realmente abrirse a explorar a explorar la música, no solo quedarse con lo que escuchamos todos los días. De Mozart hay muchos estudios de que ayuda a los prenatales, que ayuda para la concentración. Realmente mi consejo para los jóvenes sería que: mientras estás haciendo tarea, pon algo de Mozart, te va a ayudar a que te relajes, a que te concentres. Es una música muy suave que te eleva, o sea eleva el espíritu. Es lo que te decía cuando Mozart la creó. Después de todos los estudios que han hecho los musicólogos se ha llegado a esta conclusión. Realmente no sabemos si sea verdad cien por ciento, no podemos revivir a Mozart, pero esta era la intención que tenía: sublimar a las personas. Que realmente puedas trascender al escuchar esa música. Es por eso que después de 200 años es el concierto que más se sigue tocando para el instrumento. Y qué bueno que con el clarinete pueden escuchar muchas cosas. Que no nos quedemos con esta idea de Bob Esponja y Calamardo que toca el clarinete. De hecho, tengo un canal de YouTube donde hice un vídeo de Calamardo, pero con un sonido bien de clarinete y ha sido increíblemente famoso. Entonces pues hay que estar abiertos a conocer nuevas cosas. Y y esa sería mi mi recomendación 

Prometeo:

Seguramente nuestros amigos de Amonite, van a poder brindarles el vínculo para que todos puedan escuchar a este nuevo Calamardo corregido y académico. Maestro, finalmente: trabajar con el maestro Giulio Arnofi, este maestro italiano que ha venido desde Milán a dirigir la Orquesta Filarmónica del Desierto, que comienza cada vez con mayores rasgos de internacionalización, tanto en su dirección como en los repertorios y los solistas que que nos acompañan. ¿Cómo ha sido el trabajo con el maestro Arnofi que se podría detallar en lo que podamos apreciar en el concierto de la mano de de del maestro?

Gustavo:

Sin duda ha sido increíble trabajar con el maestro. Yo creo que lo que más vamos a poder apreciar es lo que estábamos platicando el otro día, que buscábamos que se empatara el sonido de la orquesta con el sonido del clarinete. El sonido de la orquesta ahorita es un poco pesado porque estamos tocando Prokofiev, y necesitamos cambiar el chip así muy rápido. Entonces me decías, vamos a trabajar en que tengamos un sonido homogéneo, no solo. Que se escuche un clarinete acompañado por una orquesta, que sea realmente algo como música de cámara a gran escala. Es un maestro que sabe mucho, que ha trabajado muy bien con la orquesta. Desde mi percepción sabe mucho, es muy muy bueno y yo estoy encantado de poder tocar con él, compartir con él mis ideas, que él comparta sus ideas conmigo y que lleguemos a unificar todo este criterio y hacer nuestro mejor trabajo posible.

Prometeo:

Pues muchísimas gracias maestro y bueno, pues solo queda reiterar la invitación para que nos acompañen este viernes 10 de febrero en punto de las 8:30 en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, en que podremos escuchar la “Obertura a Cenerentola” del maestro Rossini, el “Concierto para clarinete y orquesta en La mayor” de de Wolfgang Amadeus Mozart y “Romeo y Julieta” de Sergei Prokofiev, bajo la dirección del maestro Giulio Arnolfi y con la presentación del maestro Gustavo Yescas a quien acabamos de conocer. Los esperamos y un saludo.