Síndrome de Ovario Poliquístico: la odisea hormonal de muchas mujeres 

La OMS estima que entre el 6 y 13 por ciento de las mujeres en edad fértil padecen Síndrome de Ovario Poliquístico. La mayor parte de ellas no están diagnosticadas. 

Por: Laura Puentes

En su primer chequeo ginecológico Brenda Ojeda observó unas bolitas de color negro (quistes) en sus ovarios mientras el doctor le realizaba un ultrasonido endovaginal.

—Le pregunté a mi médico qué era eso, y su respuesta fue que era Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP); posteriormente, me comentó que es una afección hormonal que afecta a muchas mujeres — relata Brenda desde la comodidad de su habitación.

El hermano de Yunuen Espinoza es médico, él le detectó una sintomatología de SOP. Ella no creía tenerlo. —Una de las características del SOP es tener tu periodo irregular y yo era muy regular— cuenta a la vez que mira como su bebé duerme—. Pasó el año y decidí checarme cuando vi cambios en mi periodo donde: de durar 5 días eran 3 o inclusive solo 1 día de periodo. 

La Organización Mundial de la Salud estima que entre el 6 y 13 por ciento de las mujeres en edad fértil padecen Síndrome de Ovario Poliquístico. Y alrededor de un 70 por ciento de mujeres afectadas por este problema a nivel mundial no están diagnosticadas. 

En México, de acuerdo con datos de la Jefatura de Ginecología Reproductiva del Instituto Nacional de Perinatología, se calcula que el 21 y 22 por ciento de las mexicanas padecen SOP. 

Un síndrome frecuente

El Síndrome de Ovario Poliquístico es una de las afecciones hormonales más frecuentes en las mujeres que se encuentran en edad reproductiva; según el doctor Roberto Sánchez, médico ginecólogo, es un problema hormonal complejo porque abarca muchos aspectos, en el cual la función normal del ovario, que es ovular, se ve mermada por estos defectos.

—Normalmente un ovario se estimula por hormonas que vienen de la hipófisis para formar los folículos ovulatorios y puedas ovular y poder concebir —dice el doctor Sánchez mientras sostiene con su mano derecha una pluma. 

Uno de los primeros síntomas que alertan sobre el SOP es la falta de menstruación o amenorrea o en caso contrario polimenorrea, que es sangrado seguido antes de los 28 o 30 días. 

—En una paciente que tiene ovario poliquístico, los estímulos que vienen desde el hipotálamo vienen mal —explica acomodándose los lentes—. Entonces la formación de esos folículos es anormal y no alcanzan a llegar a su estado de madurez y por lo tanto no hay una ovulación. 

Cuando el folículo empieza su maduración crea otras hormonas como el estrógeno y la progesterona; a su vez, en esta misma área del folículo pueden llegar hormonas sexuales masculinas que las mujeres tienen en dosis pequeñas.

—Lo normal es que ahí se conviertan a hormonas femeninas o estrógenos, en el caso del SOP no hay esa conversión y empieza a acumularse la hormona masculina también, y cuando ya tenemos tiempo de estar sufriendo ovario poliquístico empieza a ver una masculinización o virilización en la mujer —enfatiza el especialista.

Por esta razón las mujeres con SOP padecen caída de cabello, tienen crecimiento de vello facial (barba o bigote) o engrosamiento en el vello del cuerpo. Además, esta falla hormonal genera una resistencia a la insulina y muchas pacientes sufren subidas de glucosa; hace que tengan problemas para bajar de peso y acantosis u oscurecimiento en la piel, principalmente en el cuello, axilas e ingle. 

—El factor determinante más común, no en todas, pero más común, es cuando hay una variación en el peso de la mujer. Si de repente sale de su rango de peso ideal y peso real, y aumenta de manera rápida es común que vengan trastornos hormonales y el más común es el Síndrome de Ovario Poliquístico.

De acuerdo con el doctor Sánchez, no hay certeza en qué provoca el SOP, sin embargo, se estudian elementos como el aumento de peso, el factor familiar o cuestiones hormonales más profundas.   

Una súper máquina: los ovarios

Muchos de los problemas de salud, tanto de mujeres y hombres, se derivan de los procesos hormonales como pueden ser: SOP, problemas de tiroides, diabetes, colesterol, osteoporosis, entre otros. La endocrinología es la rama de la medicina que se dedica a estudiar las hormonas y los órganos que las producen. 

—Por ejemplo, la hipófisis está en el cerebro. ¿Cómo le hace para llegar a los testículos? ¿Cómo le hace para llegar a los ovarios? Entonces el qué pasa, cómo pasa, por qué pasa. Tiene que ver justamente con hormonas. Un endocrinólogo es el especialista en los procesos hormonales —detalla por videollamada desde Puebla la endocrinóloga Guadalupe Bonilla. 

Según la doctora Bonilla, la hormona es una sustancia química que tiene acción sobre otra. Puede ser que una célula produzca una sustancia y el efecto se lo haga a ella misma o que produzca una sustancia y el efecto se lo haga al vecino, incluso puede crear una sustancia y el efecto hacérselo a otro que está lejos. 

—Todas las hormonas tienen ciertos ciclos. En nuestro ciclo menstrual, se le llama así porque se presenta cada mes, tiene diferentes fases —expone abriendo un cajón de su escritorio—. Si nosotras no reglamos cada mes, quiere decir que no se dieron todos los procesos hormonales por los cuales se tiene que llevar a cabo la menstruación. 

Cuando ocurre esto se tiene que verificar qué es lo que está provocando que no se realicen los procesos de manera correcta y que a su vez están provocando una serie de síntomas y signos. 

Entre los síntomas hay algo llamado hirsutismo, que es el crecimiento del vello facial y corporal pero dependiente de andrógenos. Llamamos andrógenos a las hormonas del hombre. ¿Por qué deberíamos tener andrógenos las mujeres? 

De acuerdo con la doctora Guadalupe nosotras tenemos una super maquinaria que son los ovarios. Las glándulas suprarrenales son las encargadas de que el colesterol se convierte en distintos tipos de hormonas, entre ellas las hormonas sexuales. Hombres y mujeres tenemos glándulas suprarrenales. 

En el caso de las mujeres el colesterol conforma ciertos grados de hormonas que son parecidas a la propulsora de la testosterona, su trabajo es hacer como un documento donde le rellenas la fecha, el nombre, etcétera. Pero eso es de hombre y mujer. 

De este modo, pueden pasar dos cosas: una es que por alguna razón el cuerpo de la mujer esté produciendo más propulsores que parecen hormonas de hombre, pero ‘chafas’, que tiene afinidad a esta cantidad de hormonas y, por lo tanto, una mayor actividad que nuestros propios estrógenos; y la segunda es que se están produciendo muchos andrógenos o muchos propulsores de estrógenos que ya no pasan al ovario y se transforman. 

Las mujeres nacen con millones de folículos en los ovarios, algunos de ellos tienen la finalidad de convertirse en bebés. Los folículos maduran de acuerdo con la estimulación hormonal que se tenga en ese momento de la vida. 

—Cuando hablamos de un Síndrome de Ovario Poliquístico es muy probable que los folículos estén ahí atorados porque algo está pasando, porque una hormona la está estimulando de más y no están saliendo —aclara acomodándose el cabello—. Las hormonas que están haciendo que engorden los folículos son los andrógenos, pero también los andrógenos son “súper amigos” de la insulina, aunque es muy común que las personas que tengan sobrepeso y obesidad tengan mucha insulina en su cuerpo. 

Así que, cuando se ve SOP, hay que investigar cuáles son todas las hormonas que pueden desencadenar una imagen parecida, es decir, si es la prolactina, la insulina, todos los andrógenos, la hormona de crecimiento o un TCH elevada. 

Resistencia a la insulina 

El SOP es un problema de salud pública que implica problemas reproductivos, metabólicos y psicológicos. 

De acuerdo con el estudio “Diagnóstico y tratamiento de la resistencia a la insulina en el síndrome de ovario poliquístico: consenso de expertos” publicado en 2024 por el portal Scielo, en México el 80 por ciento de las mujeres con obesidad y SOP presentan resistencia a la insulina. 

Según los autores de este artículo, la resistencia a la insulina se define como “una respuesta inapropiada a la insulina en los tejidos metabólicamente activos, generando un catabolismo anormal de glucosa y lípidos, así como a una reducción en la cantidad circulante de globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG, por sus siglas en inglés), favoreciendo la liberación de andrógenos libres”.

Anteriormente la doctoa Bonilla explicó que los andrógenos son “muy amigos” de la insulina por esta razón al encontrarse provocan una serie de alteraciones en el cuerpo y una baja energía. 

Por esta razón, pacientes con SOP sin un tratamiento adecuado y una alimentación equilibrada pueden llegar a desarrollar diversos padecimientos por la resistencia a la insulina.

—Este trastorno hormonal, en el cual hay una deficiencia en la formación de insulina, puede llegar a generar problemas de diabetes, hipertensión y obesidad a la larga— profundiza el Dr. Roberto Sánchez. 

Una lucha consigo misma 

Más allá de los diagnósticos y tratamientos médicos para mejorar el problema hormonal, las mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico luchan a diario con su cuerpo y con su mente. 

—Físicamente; me siento un poco cansada y en ocasiones con poca energía. Mentalmente; me siento bien, porque he estado en atención psicológica y me ha ayudado bastante. —narra Brenda deteniéndose por un momento para sentir el aire del ventilador— Emocionalmente; considero que mis redes de apoyo que son mi familia y mi novio han sido parte importante en mis diferentes procesos de la vida.

Ilustraciones: Carolina Robles

Yunuen siente que ella misma ha sido el reto más grande:—Es difícil asimilar lo que pasa tanto física como mentalmente en una, el ver cómo con el tratamiento hay cambios, hay bajones de ánimo, se siente una débil, muy cansada, y algo que me pasó a mí es que me diagnosticaron con un trastorno de ansiedad, entonces, padecer también eso me desánimo aún más, además de una desesperación por poderte ver bien o mejor algún día, es una lucha enorme contra tantas cosas que se presentan a una.

Después de casi 4 años en tratamientos, un junio del 2024, el ginecólogo le dijo a Yunuen que ya no había ningún quiste y que debía seguir cuidándose. Pero, dos meses después se volvió a sentir mal. —Pensando lo peor, decidí buscar una nueva ginecóloga para una segunda opinión, justo al ir a una cita ella me confirma que de nuevo tengo quistes en mis ovarios y que hay que iniciar un nuevo tratamiento.

Ya un poco cansada del medicamento y su doctora, decidió cambiar ese tratamiento por otro. —Yo lo tomaba día y noche, al menos durante un mes, sin saber que gracias a ese tratamiento yo ya había quedado embarazada. —Mira de reojo el altar con diversos santos que tiene en su habitación—. Algo que se veía imposible durante casi 4 años de pruebas, medicamentos y demás cuestiones que se vivieron.  

La alimentación y suplementación, claves para tratar el SOP

La alimentación es un punto muy importante para mantener la buena salud y en el caso del SOP no es la excepción. Para Laura García, nutrióloga especializada en psicología de la alimentación, en este problema hormonal se debe tratar la parte emocional, la parte de los alimentos y la parte médica para tener un tratamiento exitoso. 

Ella señala que al llegar a consulta es importante revisar los estudios de laboratorio, peso, porcentaje de grasa, la alimentación que lleva la paciente y si hay algún signo clínico de resistencia a la insulina como lo es la acantosis o el oscurecimiento de piel en cuello, axilas o ingle. Además, pregunta si el desajuste en su ciclo menstrual y sus emociones están provocando que coma de alguna manera. 

García señala que es importante personalizar la dieta, adaptarse a los gustos, los tiempos y al presupuesto de la paciente. —Si es muy importante considerar eso porque si la paciente se siente cómoda, que le haga sentir bien con el presupuesto, es más fácil que se apegue al tratamiento.

Un punto clave es que la alimentación sea completa, equilibrada, que contenga todos los grupos de alimentos, que sea baja en grasas y azúcares. 

—Vamos a buscar que evite lo que son papitas, galletas, todos los alimentos ultra procesados, que tenga suficiente aporte de proteína con alimentos de origen animal que no tengan tanta grasa, leguminosas y también utilizamos alimentos que llamamos de índice glucémico bajo, es decir, que no vayan a subir los niveles de glucosa en sangre porque es algo que está involucrado con la resistencia a la insulina. —ojea un pequeño cuaderno que tiene en su escritorio—. Que consuma bastantes verduras, frutas y asegurar el aporte de grasas buenas como el Omega 3, que ese lo podemos obtener de nueces, frutos secos o suplementación.

García menciona que hay estudios que hablan de los diversos suplementos que apoyan al tratamiento nutricional del SOP, como son: el inositol, el Omega 3, la vitamina D, entre otros que se siguen estudiando. Estos suplementos ayudan a reducir los síntomas o pueden ser un complemento.

Además de la alimentación, la actividad física cumple un papel importante, pues ayuda a regular diversas hormonas, como la tiroides y la insulina, y también las de carácter sexual como son el estrógeno y progesterona. 

—Si nosotros le damos actividad física, vamos a ayudar mucho a mantener esta regulación. Cuestiones como ayudar a la paciente a regular niveles de estrés, a conocer y regular sus emociones, a trabajar y comer. Porque, por lo regular, son pacientes que tienen toda su vida intentando perder peso y no lo logran, entonces, es también trabajar esa relación consigo mismo, con su cuerpo, es algo que se trabaja, como algo complementario, no solo hablar de alimentos —dice la nutrióloga Laura. 

Lo primordial de acudir a una cita con el nutriólogo o la nutrióloga es mejorar la relación que se tiene con la comida y aprender a equilibrar los alimentos. 

—Nuestra tarea es fomentar una relación saludable con la comida, porque la comida no es el enemigo, sino que hay que aprender a equilibrarlo. 

Adicionalmente, la especialista Laura García menciona que es importante acudir a terapia psicológica, porque también la salud mental y los desequilibrios a nivel mental, llegan a impactar la salud hormonal. 

Un síndrome poco atendido  

El SOP es un importante problema de salud pública y uno de los trastornos hormonales que con más frecuencia genera infertilidad en las mujeres, sin embargo, en los sistemas de salud no se le da la atención necesaria para aminorar un padecimiento que es común entre la población femenina. En su mayoría, las pacientes recurren a la consulta privada. 

Muchas mujeres que padecen SOP esperan que a este problema se le dé una mejor visualización en los sistemas de salud pública y las ayuden a tener una mejor calidad de vida, que a la larga representa una inversión alta y una enorme lucha por tener una salud hormonal estable. 

—No se asusten o sobre piensen aspectos que posiblemente no pasen ya que, todos los organismos son diferentes. También que deben considerar siempre el diagnóstico de profesionales y no dejarse influir por videos, fotos, redes sociales o información que no tiene ningún fundamento. Obedecer a sus doctores, que todo conlleva tiempo, paciencia y confiar en ustedes mismas —opina Brenda Ojeda.