Más que acertijos, secretos de la ciencia

Desde el momento que cruzas la puerta de Acertijo Museo Interactivo, en Gómez Palacio, Durango, descubres un lugar con juegos coloridos y llamativos. Tengas la edad que tengas nace en ti una curiosidad por el conocimiento.

Por: Amonite

Por: Laura Puentes

Desde el momento que cruzas la puerta de Acertijo Museo Interactivo, en Gómez Palacio, Durango, descubres un lugar con juegos coloridos y llamativos. Tengas la edad que tengas nace en ti una curiosidad por el conocimiento

Desde niña me han gustado los museos, no sé qué es lo que los hace tan especiales para mí, pero siento una fuerte emoción al visitarlos.

Hace unos días tuve la oportunidad de conocer uno, que, aunque no lo crean, tiene ya algunos años en la ciudad donde he vivido toda mi vida, Gómez Palacio, Durango, pero fue la primera vez que visité sus instalaciones.

Gómez Palacio no se distingue por ser una ciudad llena de museos como otras ciudades de México, sin embargo, este museo del que les quiero platicar es tal vez uno de los más divertidos e interesantes que he visitado.

El museo del que les hablo se llama Acertijo Museo Interactivo y fue inaugurado un 30 de abril del 2016. Sus instalaciones no son como las de cualquiera; desde el momento que cruzas la puerta descubres un lugar con más de cien juegos coloridos y llamativos. Y si de algo estoy segura es que, tengas la edad que tengas, nace en ti una curiosidad por saber de qué trata cada uno.

También durante ciertas fechas tienen exhibiciones temporales, donde lo que buscan los encargados de este recinto es que los niños y los grandes disfruten de todo lo que el museo les puede ofrecer.

Experiencias interactivas

Mi recorrido comenzó en un atractivo llamado “¿Remolino o torbellino?”. Les confieso que cuando el encargado estaba explicando de qué trataba tenía un poco de miedo. Explicó el por qué, en este juego te subes sobre un círculo de metal que en extremo tiene un “timón” con el cual comienzas a girar. La velocidad aumenta dependiendo de la posición en las que estés; el instructor te indica acercar tu pecho sin mover tus pies y es ahí cuanto más rápido vas, y entre más te alejes la velocidad disminuye. La verdad me bajé un poco mareada pero con una adrenalina y emoción latente.

Conforme avanzaba el recorrido, más me interesaba saber. Cada sección te enseña un poco de todo, en realidad el museo es para niños, pero les aseguro que también los mayores la pasamos bien y aprendemos mucho.

Después llegué a una atracción, que muchos conocemos como la “cama de clavos”. ¡La verdad siempre quise subirme a una de estas! En el Acertijo este atractivo se llama “¿Presión o peso?”. Los guías te explican cómo es que tu cuerpo ejerce cierta presión sobre los clavos al estar acostado, es por eso que no causan daño.

Seguí mi caminar por este museo, admirada de tantas cosas. Fue entonces que la guía me llevó a la zona conocida como “¿Gas o plasma?”. Al llegar a ese pequeño cubículo donde tienen dentro de un gran globo de cristal una simulación de un rayo. Quedé maravillada, y más porque luego con una moneda sacaron ese rayito fuera de aquel globo. Jamás me había puesto a pensar todo el proceso que se sigue para que un rayo se vea en el cielo; así que ahí lo descubrí.

Así podría seguir explicando más y más atracciones que tiene este museo y no acabaría, pues así como tienen pequeños experimentos de física y química, tienen juegos donde los niños aprenden de medio ambiente, de construcción, del cuerpo humano y hasta de administración.

Cuando salí no dejaba de pensar en que si yo me divertí y aprendí mucho, no puedo imaginar todo lo que un niño puede descubrir. ¡Anímense a visitarlo!